Viaje a Noruega, periplo del sol de medianoche

¿Por qué proponemos Noruega? 

 

En Noruega no todo es frío y oscuridad, sobre todo de junio a septiembre. Durante el verano noruego existe la posibilidad de pasar de temperaturas bajo cero a los 20 grados positivos en un mismo día. Se puede practicar el esquí de verano en las montañas del oeste o hacer surf en las playas del norte. Justo a la llegada de la primavera y de su colorido verano, emerge la mayor combinación de alegría y belleza natural. Interminables bosques de coníferas, gigantescos lagos que reaparecen después del deshielo y suntuosas montañas en su vertical caída hacia el mar crean el espectacular paisaje de los fiordos noruegos, que se creó mediante una sucesión de edades de hielo y no ha variado mucho desde las épocas de los primeros asentamientos humanos. Los noruegos son amantes de practicar el friluftsliv (“vida al aire libre”), independientemente del pronóstico meteorológico. Esta es una práctica que popularizó el dramaturgo y poeta Henrik Ibsen en la década de 1850 y está relacionada con el “derecho a vagar”, pues se permite caminar o acampar prácticamente en cualquier lugar, siempre y cuando se respete la naturaleza y la vida de los lugareños.