Viaje a Namibia clásica

¿Por qué proponemos Namibia?

Cuando los alemanes colonizaron Namibia lo llamaron África del Sudoeste Alemana. El régimen colonial conllevó la confiscación y la violencia contra la población autóctona, según los historiadores, calculan que alrededor de 65.000 de los 80.000 herero y al menos 10.000 de los 20.000 nama fueron asesinados durante el dominio alemán; fue el primer genocidio del siglo XX y así lo ha reconocido el gobierno alemán. Tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, Alemania perdió las colonias que tenía en África y la Unión Sudafricana, aún colonia británica, intentó anexionarse el territorio, por lo que la Sociedad de Naciones les legó su administración temporal. Tras la segunda guerra mundial la ONU (sustituta de la Sociedad de Naciones) reclamó el mandato, a lo que Sudáfrica se negó y se anexiono el territorio como una quinta provincia. Durante la ocupación sudafricana se impuso el sistema de segregación racial, se llevaron a cabo movilizaciones forzadas y enormes granjas fueron asignadas a descendientes de europeos, mientras relegaban a la población autóctona a los territorios más pobres del país. En respuesta a tanta represión, se crearon diversas fuerzas opositoras, la más importante fue la SWAPO, que se convertiría en la representante oficial del pueblo de Namibia en la ONU. Desde entonces, el movimiento de liberación ha respetado la democracia, ha consolidado la confianza del electorado y ha conseguido renovar su poder a la vez que ha hecho crecer la economía. Namibia es el hogar de las últimas colonias de pingüinos africanos, del antílope oryx, los leones de melena negra, los elefantes adaptados al desierto y la mayor población de rinocerontes en libertad.